Esta pregunta tal vez nos deje un poco confundidos pues podemos pensar; «¿cómo podría ser esclavo de algo sobre lo cual yo tengo todo el control?, yo elijo cómo, dónde y cuándo gasto mi dinero; por lo tanto, en el mejor de los casos el dinero es mi esclavo, nunca al contrario». Lamentablemente esto no es del todo cierto, hoy en día millones de personas viven atadas por temas financieros, no pudiendo disponer de su tiempo y su vida como quisieran pues «tienen» que ganar más y más dinero cada día para poder estar bien, para demostrar su éxito, y miles de razones más que le hemos comprado a toda la industria del consumismo.

Existen básicamente 2 maneras en que podemos ser esclavos del dinero; la que probablemente ya te estás imaginando es por medio de las deudas, y una que tal vez no es tan conocida pero que muy probablemente todos hemos vivido, es la angustia por temas económicos. Vamos a describir un poco más cada una de estas causas de la esclavitud, trata de identificar si alguna de estas puede estar presente en tu vida. El tema de las deudas hoy en día es visto como algo tan normal, «si todo el mundo lo hace, ¿por qué yo no voy a aprovechar tantas facilidades para tener hoy eso que tanto quiero? además, ¡yo trabajo muy duro y me lo merezco!». Esta frase la he escuchado miles de veces, incluso yo antes, era uno de los me compraba cuanta cosa quería aun sin tener el dinero, siempre recuerdo una vez estando en una agencia de vehículos nuevos mi pregunta para la agente de crédito fue, «¿con mi salario cuanto es lo mas que me prestan?». Vivimos al límite máximo de nuestro crédito confiando siempre que mañana voy a ganar más que hoy, Pero… ¿quién nos puede garantizar esto?. Hemos llegado al punto de comprar sin preguntar el precio del artículo, lo que realmente nos importa es la mensualidad, y no nos damos cuenta cuánto terminaremos pagando por esto que con tanta alegría compramos hoy, ¿tenés idea de cuánto te va a costar realmente ese teléfono, pantalla o cualquier otra cosa que compraste últimamente a crédito?. El problema con esto de las deudas es que comprometemos nuestro futuro sin saber cómo será, antes de que el dinero nos llegue ya tiene otro dueño y aquí es donde entra el tema de la esclavitud. Una vez que adquirimos una deuda debemos hacer hasta lo imposible por pagar mes a mes nuestros compromisos, y esto muchas veces nos lleva a tener que trabajar horas extras, tener dos o hasta tres trabajos sólo para poder cumplirle a nuestros acreedores. Aquí es donde hemos perdido nuestra libertad, dejamos de trabajar por nosotros, nuestro futuro, y empezamos a trabajar por ellos nuestros nuevos dueños. La deuda no es el problema, el problema es que no sabemos cómo manejarla y ella termina manejándonos. La angustia por temas de dinero tiene dos formas básicas en que se puede manifestar: angustia por no tener el dinero suficiente, y angustia por tener mucho dinero. Si nos ponen a escoger estoy seguro que todos preferiríamos el segundo tipo de angustia, es más, puede que algunos al leer esto se pregunten: ¿cómo alguien va a estar angustiado por tener mucho? Esto me hace recordar a un personaje de mi infancia: Rico McPato, tal vez algunos de ustedes lo recuerden, él vivía todo el tiempo muy angustiado por temor a perder o que le robaran su dinero. Hoy en día, algunas personas que tienen mucho dinero, viven como Rico McPato, constantemente preocupados por todo lo malo que puede pasar con su dinero, cayendo en actitudes y conductas que terminan por robarles su libertad. El otro tipo de angustia es un poco más común, y quizás nos sea más fácil identificarnos cuando, por ejemplo, estamos llegando al final del mes, vemos que ya no tenemos dinero y la quincena se ve tan lejana que perdemos la esperanza de poder sobrevivir hasta el próximo día de pago. No quiero negar que hay personas con muchos compromisos a quienes realmente les cuesta cubrir todo lo que necesitan. Sin embargo aquí es necesario hacer una diferencia entre nuestras necesidades y nuestros deseos: tener un hogar, ropa y comida son necesidades que todos debemos satisfacer, sin embargo la ida al cine, las salidas al bar con los amigos, o un paseo a la playa, todo esto son deseos y no debería desvelarnos, ni robarnos la paz. Cuando esta angustia se apodera de nosotros al punto de paralizarnos, hacernos sentir tristes y casi en un estado de depresión, podemos decir nuevamente que estamos cayendo en una especie de esclavitud, y mucho ojo porque, la mayoría de las veces, cuando llegamos a este punto encontramos una salida muy cómoda: endeudarnos y satisfacer así todos nuestros deseos hoy mismo. Y aquí vemos como se cierra el círculo y cada mes somos menos libres. El dinero no es más que un método de intercambio de bienes y servicios creado por el hombre para servirle y facilitar su vida, pero ten mucho cuidado porque es muy fácil que los papeles se inviertan y termines tú al servicio del dinero. Si te has dado cuenta que este es el momento de retomar el control de tu vida y volver a ganar tu libertad… ¡te felicito!! Ese es el primer paso tomar conciencia, ahora toca aprender nuevas cosas que te ayuden a salir de esa situación en la que te encuentras, actualmente cuento con un programa personalizado de coaching que definitivamente puede ayudarte, ¡Escríbeme estaré encantado de trabajar contigo!.